Hoy tanto como ayer siguen peleándose la vida por un amor de verdad, tras desamores se pierden las esperanzas y nos llenamos de miedo, por malos entendidos hay relaciones carentes de confianzas, por baja autoestima se encuentran corazones derrotados, por una lucha implacable las sensaciones se inmutan en un cuerpo, en un corazón, entre poros, entre líneas, dentro de un espacio vacío se notan intentos de sentimientos tercos queriendo salir del agujero donde han tocado fondo por culpa de corazones analfabetas, inexpresivos, novatos, pero lo que esos corazones no ven es que siguen ahí los sentimientos de otros batiéndose entre la búsqueda del amor correspondido aunque ignoren quien es de verdad el que pertenece en esta vida a cada uno de ellos.
Siempre hay preguntas en nuestras mentes que jamás podríamos responder por más que lo intentemos nuestras respuestas solo serán tentativas, por ejemplo... “¿Solo hay un amor verdadero en la vida?”, esta es una pregunta muy cuestionada, quizás no por todos pero en lo personal me parece que sí lo es… ¿Sabes algo? Yo considero que si lo hay, solo un amor de verdad, un amor que si no encontramos en esta vida o lo dejamos pasar será el único que en nuestras vidas siguientes seguirá latente porque lo encuentren, hay un amor que vivirá entre nosotros por toda una eternidad, aunque las estrellas dejen de brillar ese amor tendrá un preludio así sea de diez mil años pero lo grandioso es que lo hallarás, siempre toparas con él una y otra vez, tan solo tendrás que hacerlo llegar…
No eleves tan alto un corazón cuando lo dejaras caer sin cuidado, corazones de cristal que entre pedazos inertes buscaran poco a poco reconstruir lo que los mantiene vivos, reconstruir una casa es fácil, reconstruir una silla es fácil, hasta reconstruir corazones superficiales es fácil pero reconstruir sentimientos, sensaciones, latidos, mariposas en el estomago, escalofríos, sonrisas, miradas que aman, corazones que endulzan, caricias que moldean, reconstruir un amor que simplemente fue amor de verdad, no es imposible pero tampoco vale la pena destruirlo, no valorados es mejor dejarlos quietos en vez de amputarlos.
Quizás para tu corazón frio las palabras que gritan mis sentidos tienen un valor igual a cero aunque desinteresado a que me escuche las vuelvo a exclamar haciendo caso omiso a que ensordezcas tus oídos. Te cansaras de no escuchar mientras que yo no me cansare de expresar lo que siente mi dado corazón, pues por ti ha luchado hasta el final, por ti ha tenido caídas y recaídas, y sigue aun de pie sin perder esperanzas, sin ser derrotado, sin perder la confianza, sigue terco al pie del cañón destacándose en lo que mejor sabe hacer, Amar… Tu, soledad errante, no me desterraras de lo que algún día fue mío, ganado batalla tras batalla, saltando obstáculos, derrumbando muros y enfrentando trabas en un camino maltrecho… Jamás me he sentido incapaz y aunque tú te lleves la victoria en esta gran guerra, en mi próxima vida nos veremos de nuevo y una vez mas seré tu mejor retador, ese que se atreve amar sin medidas, sin condiciones, ese que prefiere caer y levantarse, ese que te las pone difícil al momento de crear una esperanza gris llena de desamores…
El verdadero amor espera y mientras yo no esté viviendo, estaré matando el tiempo para nuestra próxima cita…
¡No lo dejare!
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